ESQUEMA DE LA LITURGIA DE LA PALABRA EN LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA
UNIDAD DE LOS CRISTIANOS.
La
celebración tendría lugar en la Iglesia parroquial de San Pedro, en la Isleta.
Las Palmas de G. C. Este barrio se caracteriza por una gran mezcla de culturas.
A la celebración estarían invitados por la parroquia representantes de las
distintas Iglesias y grupos de fieles que puedan habitar en el barrio, entre
ellos: Iglesia Cristiana Evangélica, Iglesia Bautista, Iglesia Pentecostal,
Iglesia Adventista del 7º Día, Iglesia Ortodoxa, Iglesia Anglicana.
I Introducción.
Los
celebrantes entran llevando la Biblia,
una vela encendida y un cuenco de sal y cantando el himno "Juntos como hermanos".
El
celebrante da la bienvenida: "Queridos amigos en Cristo, nos reunimos para esta celebración de oración y
unidad, damos gracias a Dios por nuestra dignidad de cristianos y nuestra
vocación. [...] Este año oramos con los cristianos de Letonia,...
II Oraciones al Espíritu Santo.
Que la asamblea responde: Espíritu Santo, ven sobre nosotros.
III Oración
de reconciliación.
IV Proclamación
de la palabra de Dios.
Lector:
La Palabra de Dios que vamos a oír es una
explosión de amor en nuestras vidas. ¡Oigan y vivirán!
Asamblea: Te damos gracias, Señor.
Tomamos como referencia el día 6. Con
el título global de: "Escuchen lo que he soñado"
1ª Lectura: Génesis 37, 5-8 Escuchen lo
que he soñado.
2ª Lectura: Salmo 126 Creíamos estar
soñando.
3ª Lectura: Romanos 12, 9-13 Ámense de
corazón unos a otros como hermanos y que cada uno aprecie a los otros más que a
sí mismo.
Evangelio: Juan 21, 25 Ni en el mundo
entero cabrían los libros que podrían escribirse.
La división entre los cristianos duele.
Lo sufrimos aquí en nuestro propio barrio, somos incapaces de estar unidos
entorno a la mesa del Señor. Traemos a nuestro día a día las rivalidades
ancestrales. No podemos esperar a que los grandes patriarcas o los obispos, ni
siquiera el simple presbítero nos dé una respuesta mágica que ponga fin a esta
desunión, debemos responder individualmente, pensando más en lo que nos une
como vecinos que en lo que nos separa como creyentes.
Comentario
Génesis
37, 5-8. No es de extrañar que entre tantos hijos de Jacob, surjan
diferencia y discrepancias. José tiene un sueño, que en aquellas épocas se
interpretaban como mensajes de Dios. Uno de los hijos más pequeños es el origen
del conflicto inter familiar, manifiesta tendencia y deseos de dominar a sus
hermanos y a sus propios padres. La reacción de sus hermanos es violenta ya que
no quieren postrarse ante él. La hambruna les hará recapitular la historia. Se
postrarán ante él esperando la venganza, pero finalmente solo recibirán el
perdón
.
El
Salmo 126. Cuando el Señor cambio nuestra suerte, también nos habla de
sueños, de los que han estado lejos de su tierra, en el exilio y vuelven a la
casa común de Israel. Se alegran por el retorno al hogar.
Romanos
12, 9-13. El capítulo 12 de la Carta a los Romanos nos habla de las normas
de la vida cristiana, no como persona aislada, sino formando con el Mesías un
solo cuerpo. Para Pablo era un desafío constante mantener la unidad de aquellas
Iglesias formadas por cristianos de tan diferente procedencia y costumbres tan
opuestas.
Al
igual que José revela un sueño, Jesús nos revela una visión completamente
nueva, una vida nueva, la vida en el Reino de Dios. Es una visión de unidad.
Pero en lugar de alegrarnos como el pueblo de Israel cuando regresa del exilio,
nos da miedo y actuamos como los hermanos de José. Nos demanda como hace Pablo que cumplamos con
las normas de la comunidad cristiana y que en definitiva formemos un solo cuerpo
con el Mesías donde nos reencontraremos con hermanos y hermanas separados por
un mutuo exilio.
Juan
nos termina diciendo que la obra de Jesucristo es inabarcable por parte del ser
humano. Por mucho que se escriba sobre Jesús no agotaremos su obra. La obra de
Jesús es una obra abierta de acogida. Por eso, aunque se haya escrito mucho
sobre el ecumenismo, no nos podemos enrocar en acuerdos, en conversaciones y
encuentros a alto nivel. La doctrina de Jesús no se adquiere en libros, sino en
el seguimiento, en la misericordia, en el compartir con los hermanos y
hermanas. En definitiva en el amor. Debemos dejarnos llevar por el Espíritu
Santo que es vínculo de amor y es don de Dios. Debemos dejar que la unidad del
Reino de Dios, anunciada por Jesucristo impregne nuestras vidas y nuestra
misión que compartimos con nuestros hermanos y hermanas.
V Preguntas
·
¿Debemos seguir considerando un sueño la unidad de
los cristianos en Cristo?
·
¿Crees que es suficiente, en la actualidad, la
visión de la unidad del Reino de Dios para que las Iglesias se sientan llamadas
a la renovación y al cambio?
·
¿Estarías dispuesto a tomar iniciativas
individuales que fueran proactivas con la renovación y el cambio?
VI Oración de esperanza
Pedimos por la unidad, para que el
Espíritu Santo nos ilumine y nos guie en el camino de ser uno con Cristo.
VII Compartiendo la Paz
VIII Bendición y despedida.
Imitando al grupo de trabajo de Letonia, invitamos como
muestra de hospitalidad a todos los asistentes a compartir unos alimentos (que representan
el pan y la sal), en el momento comunitario que sigue a la celebración.